miércoles, 7 de febrero de 2007

De analogías, laboratorios y desplazamientos

Otra idea de ficción se impone sigilosamente, invitando a praxis y genealogías improbables, pero que disparan lecturas que, tarde o temprano, abrirán nuevos territorios de avance. Por ejemplo ¿qué tipo de filiación crítica podría establecerse entre Analogía I de Grippo (1970-71) y las experiencias del Laboratorio Baigorria? En aquella y en éstas encontramos un cruce de fronteras entre la práctica de laboratorio en su sentido menos metafórico y una puesta en escena diagramática que funciona como "ambiente". Sin embargo, la Doctora Baigorria indaga y propone un humor crítico al que Grippo siempre pareció indiferente. Es un tipo de relación similar al que podemos observar entre el proyecto narrativo de Juan José Saer y el de escritores de los noventa, explícito en las primeras novelas de Martín Kohan y Juan José Becerra: una prosa rica en matices, pero un cambio de signo en las políticas del dramatismo. La cadena de sentido es tan clara como el cambio de signo. En el rock últimamente asistimos al énfasis de la continuidad: pienso en la sucesividad Litto Nebbia, Andrés Calamaro, Ariel Mínimal: sin embargo, en esta prosecusión simultaneísta que desea conquistar un presente más amplio que se alimente de varias décadas en una misma matriz compositiva no es posible advertir el cambio de signo que tan contundente resulta en los ejemplos anteriores. Sistemas de lectura, continuidad y estilo cuyas paralelas tienden a complejizarse progresivamente.